Más de 60 años llevando
calidad
y tradición
a tu mesa
Más de 60 años llevando calidad y tradición a tu mesa
Desde 1960, transformamos un sueño familiar en una empresa que hoy lidera la industria alimenticia, fieles a nuestros valores y a la esencia que nos caracteriza.
Nuestra historia
Todo comenzó en el barrio de La Boca, cuando nuestros fundadores, Eugenio Francisco García y Amalia Tonon, dieron vida a "Mi Esperanza", una tradicional fábrica de pastas. Con el paso del tiempo, su experiencia y vocación de servicio los llevaron a ir más allá del mostrador: comenzaron a asesorar a colegas en el desarrollo de maquinaria y materias primas.
Con esfuerzo nos transformamos en fabricantes y distribuidores de insumos especializados. Así nació Indupast, bajo el nombre comercial Maprisa.
Inauguramos nuestra planta en Mataderos con hornos propios y sumamos desarrollos en San Juan para producir y deshidratar materias primas.
Tras el fallecimiento de Eugenio y en plena hiperinflación, la segunda generación asumió el liderazgo, manteniendo nuestra esencia familiar.
Adquirimos la planta de Juan Ricardo Girbal, incorporando tecnología y capacidad productiva para responder a una demanda creciente.
Ralladísimo se consolidó como planta productiva y Maprisa como unidad distribuidora, ampliando nuestro alcance en el mercado.
Seguimos creciendo, diversificando nuestro portafolio y profesionalizando el sueño que comenzó en 1960, fieles a nuestros valores: compromiso, calidad e innovación.
Todo comenzó en el barrio de La Boca, cuando nuestros fundadores, Eugenio Francisco García y Amalia Tonon, dieron vida a "Mi Esperanza", una tradicional fábrica de pastas. Con el paso del tiempo, su experiencia y vocación de servicio los llevaron a ir más allá del mostrador: comenzaron a asesorar a colegas en el desarrollo de maquinaria y materias primas.
Con esfuerzo nos transformamos en fabricantes y distribuidores de insumos especializados. Así nació Indupast, bajo el nombre comercial Maprisa.
Inauguramos nuestra planta en Mataderos con hornos propios y sumamos desarrollos en San Juan para producir y deshidratar materias primas.
Tras el fallecimiento de Eugenio y en plena hiperinflación, la segunda generación asumió el liderazgo, manteniendo nuestra esencia familiar.
Adquirimos la planta de Juan Ricardo Girbal, incorporando tecnología y capacidad productiva para responder a una demanda creciente.
Ralladísimo se consolidó como planta productiva y Maprisa como unidad distribuidora, ampliando nuestro alcance en el mercado.
Seguimos creciendo, diversificando nuestro portafolio y profesionalizando el sueño que comenzó en 1960, fieles a nuestros valores: compromiso, calidad e innovación.